Creo que ya no está en duda la gran importancia y el rol que tienen los laicos y laicas en la iglesia y en la construcción del Reino de Dios. Pues nos damos cuenta de que desde el inicio del cristianismo Jesús llamó a hombres y mujeres, independientemente de su estatus social. Los llamó para estar con ellos y construir con ellos comunidad. Mc 3,13-19.
Al comienzo, el cristianismo era una iglesia constituida de laicos y laicas; de hecho, el Evangelio de Juan 20, nos narra la aparición de Jesús resucitado a Magdalena y le da el mandato (la primera laica) de dar el anuncio de la resurrección: “Ve a decir a mis hermanos: “subo a mi Padre y su Padre, mi Dios y su Dios”
Siento que, en un momento de la historia de la iglesia, la jerarquía (llámesele también clero) se apropió del mandato de evangelización, o al laicado se le hizo fácil dejarlo en manos de la jerarquía.
Digo todo esto, para que ustedes laicos y laicas sean más conscientes de la gran labor a que han sido llamados, pero en estos tiempos nuestros, necesitamos prepararnos de manera intencional, para poder responder mas acertadamente a nuestra misión en la iglesia.
Y como dice San Pablo, todos formamos un cuerpo, pero somos diferentes miembros 1Cor 12, 12-27. Así que, la tarea del laico y laica es descubrir su misión dentro de la iglesia para la construcción del Reino de Dios. Una vez descubierta, formarte mas profundamente en esa área, ya sea social, eclesial, misionera.
Tu formación y crecimiento espiritual redundará en bendiciones para ti y va a ser de gran bendición para los que están alrededor tuyo, porque recuerda tu eres un agente evangelizador.
Nuestro fundador el P. Tomas A. Judge decía: “Háganse responsable del futuro del Cenáculo, recuerden que como ustedes son otros serán” (RV#43)
La manera de hacerte responsable es formándote, creciendo espiritual y humanamente. De esa manera creces más tú y tendrás más conocimiento de la VERDAD Y LA VERDAD TE HARÁ LIBRE. Jn 8, 31-38
P. Odel Medina ST
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